miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cerebros de obra

¿Quién sucederá a la sucumbida industria del ladrillo?
Algo me dice que se presenta una oportunidad histórica para convertir este problema en una inmensa oportunidad.

¿Qué tipo de industria estamos buscando para crear la nueva economía sostenible? Algunos insensatos todavía pensarán en ganar la batalla del coste en materia de producción en serie (China, India, Emergentes, etc...¿Empezamos? ¿Qué tal terminar con el estado del bienestar y bajar los salarios a un nivel que permita cubrir las necesidades más básicas...y punto? ¿Estamos dispuestos? ¿Quién empieza?

gusman.blogspot.com

Tampoco se trata de fabricarlo todo en China para luego venderlo aquí, ni de convertirnos en un país de servicios, y turismo, porque no es suficiente para tener viabilidad (no es sostenible). No debemos olvidar que poseemos escasos recursos en el territorio, los cuales nos vemos obligados a importar en mayor medida que cualquiera de los países de nuestro entorno, generando un desequilibrio en nuestra balanza comercial frente a lo que exportamos, y por tanto déficit.
¿Y si enfocáramos nuestros esfuerzos a crear una verdadera industria del conocimiento?.
Por primera vez en nuestra historia reciente, podríamos crear una política consensuada para la educación que nos sirviera de marco para crear una ventaja competitiva en el mercado internacional basada en el conocimiento.

¿Pero...en España sabemos crear conocimiento?

Sabía usted que contamos con escuelas de negocio que se encuentran en el top 10 mundial como IESE, o ESADE, a pesar de no estar en el G8. Algo estamos haciendo bien en esta materia. Somos buenos, y además nos lo reconocen internacionalmente.

Y que me dice de la floreciente industria emprendedora, donde innumerables profesionales se esmeran por romper moldes tradicionales en las relaciones de trabajo, para buscarse un futuro a través del autoempleo, haciendo uso de las nuevas plataformas tecnológicas, redes sociales y compitiendo en la red con iniciativas de todo el mundo.

¿Qué le parecen las aportaciones de Ferran Adrià al conocimiento en el mundo de la cocina?

¿Por qué no aprender de estos modelos?

Debemos superar de una vez por todas el modelo de la subvención, transformándolo en financiación disponible a precios razonables para todo aquel que quiere crear, transformar o distribuir conocimiento. Así se fomenta y desarrolla una industria sostenible. Protejamos a todos estos generadores de conocimiento, dotándolos de un marco legal estable y seguro para sus innovaciones e invenciones (patentes, marcas, copyright...).

En definitiva I+D+i pero de "la buena", no de pancarta publicitaria.

Pongámonos en marcha para dejar de ser mano de obra, y convertirnos en cerebros de obra.

Por cierto, nadie lo hará por usted.



Nota: El concepto "cerebros de obra" lo tomo prestado de la profesora Beatriz Muñoz-Seca ;)

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